Los invito a ler mi colaboración
Compañeros y amigos
Gracias
Urge el alimento y lo económico
Por Araceli Romero Lizama
Dirigente de Antorcha en Santa María del Oro
Nayarit México 6 de mayo de 2020.
En estos días que llevamos confinados en nuestras casas, por órdenes del Comité Nacional Para la Seguridad en Salud encabezado por Hugo López Gatel, debido a la pandemia del coronavirus (COVID-19) la situación ya es gravísima.
Según los registros contabilizados hasta el día de hoy, existe un total de 17 mil 799 personas contagiadas del virus COVID-19, y lamentablemente, un total de mil 732 han perdido la vida por la misma causa. Estos datos están basados en la información que brindan las autoridades de salud del país a través de la conferencia de prensa ofrecida desde palacio nacional. En el caso del estado de Nayarit se registra un total de 91 contagios y 12 defunciones confirmadas por las autoridades de la secretaría de salud del estado.
Así lo informa el portal de noticias “El Sol de Nayarit” y por tal motivo, estamos en nuestras casas (quien puede, por supuesto).
Debido a esta crisis sanitaria, se han cerrado comercios no esenciales para la población; la movilidad se ha restringido y por tal motivo, miles y miles de personas han perdido su empleo formal e informal; y las personas desempleadas repentinamente, se han quedado sin sustento, y, por ende, sin alimento para su familia.
Hasta el día 8 de este mes, la pérdida de empleos formales era de 346 mil 878, y hay alrededor de 4.1 millones de MIPYMES (micro, pequeñas y medianas empresas) que, según expertos, la cuarta parte de estas están en alto riesgo de quiebra (y muchas, ya han cerrado). Los confinamientos y la recesión económica mundial ya han diezmado sus ahorros y solo se necesitaba un shock más, como COVID-19, para llevarlas al límite.
Los vendedores ambulantes, comerciantes, taxistas, músicos, meseros, camaristas, estilistas, payasos, comunidades serranas, pueblos alejados (cerca de las ciudades, pero en el olvido del gobierno, con caminos en mal estado, falta de agua potable, sin energía eléctrica y servicios de salud deficientes de suministros médicos), que ya se venían arrastrando carencias y problemas económicos, sumémosle ahora el desempleo forzado por la contingencia.
Las medidas de sanidad y seguridad que recomiendan los expertos de la salud, son convenientes y se trata de cumplirlas, estamos de acuerdo. Pero en lo que no estamos de acuerdo, es que estas medidas no lleven consigo la solución de cómo vamos a cumplirlas. Dicen “quédate en casa”, pero, no te dicen qué vas a comer; te dicen “lávate las manos por lo menos 20 veces al día”, pero, no te preguntan si tienes siquiera agua potable para poder lavarte las manos.
Los gobiernos deben practicar el diálogo con las empresas, agencias técnicas, con el ámbito académico y con la sociedad civil, para ocuparse de los riesgos fatales que están por venir. El movimiento Antorchista, propuso ante toda la nación, instrumentar un programa alimenticio de emergencia; la condonación de pago de agua potable y energía eléctrica; la suspensión temporal de los pagos a instituciones gubernamentales y bancarias; proveer el acceso a internet a los estudiantes, para que así puedan continuar con su educación en línea desde casa; y que las empresas paguen al menos un mes de salario a todo trabajador despedido por la contingencia. Esto, solo por mencionar algunas propuestas.
Lamentablemente, con prepotencia del gobierno, la petición fue ignorada. La respuesta fueron solo amenazas, incluso cárcel para quien se atreva a plantear iniciativas, como el Movimiento Antorchista, así pues, abandonando a millones de personas que no tienen ni para comer, y evidenciando la falsedad del slogan “primero los pobres”. ¡Por eso alcemos la voz!
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